Tuesday, 26 February 2013

Sobre la crisis


Artículos sobre la crisis
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Dado que este blog lleva en línea desde 2005, es obvio que han sido muchas las ocasiones en las que hemos podido reflexionar sobre la crisis financiera internacional. Por lo tanto, sería casi improductivo crear una lista con todos los artículos relacionados. Sin embargo, sí me pareció interesante resaltar algunos de ellos y vincularlos a partir de un hilo que además de coherente fuera también cronológico.
Este es el resultado, donde cada enlace lleva a un artículo en concreto publicado en Pijus Economicus.
La erupción de la crisis financiera internacional.
A continuación he realizado un resumen del desarrollo inicial de la crisis, pero para una versión ampliada puede leerse las publicaciones en la que participé junto con Juan Torres y que pueden descargarse en “La Crisis Financiera. Guía para entenderla y explicarla” y en “¿Por qué se cayó todo y no se hundió nada?“.
En vísperas del verano de 2007 el mercado inmobiliario estadounidense se vino definitivamente abajo, tras años de expansión y tras haber alcanzado los precios de las viviendas su pico máximo. La burbuja inmobiliaria estalló y las hipotecas suscritas meses y años antes comenzaron a estar vinculadas a un activo, la vivienda, que ya no valía tanto en el mercado. Se sucedieron entonces los impagos y los bancos comenzaron a tener graves dificultades contables.
Muchas familias estadounidenses se habían endeudado para poder comprar la casa, esperando a que ésta se revalorizara para poder venderla después, pero con la caída de los precios se encontraban en una situación incómoda e inestable. Además, muchos de esos préstamos se habían concedido en condiciones depredatorias, con muchas facilidades iniciales pero con tipos de interés muy elevados a partir del segundo o tercer año, y a individuos sin ingresos ni posibilidades reales de devolver el dinero, como en el caso de las llamadas hipotecas subprime o hipotecas basura. Como consecuencia del cambio de coyuntura, muchos dejaron de pagar las hipotecas y abandonaron las casas, dejando a los bancos con unas viviendas depreciadas en sus balances.
Los bancos habían participado en este esquema precisamente porque, al menos en principio, no iban a asumir los riesgos de los impagos. Efectivamente, gracias a la titulización, los bancos vendían los préstamos a terceros una vez los concedían, de tal forma que no tenían en ningún momento la necesidad de preocuparse por su calidad. Las agencias de calificación, entidades privadas al servicio del emisor –en este caso del banco-, valoraron esos productos (los préstamos, sólo que acumulados en la forma de paquetes) con calificaciones muy altas. De esa forma muchos inversores compraron esos productos por sus reducidos riesgos y su relativamente alta rentabilidad.
El esquema funcionó perfectamente mientras se sostuvo la burbuja inmobiliaria, pero una vez ésta estalló, todo se vino abajo. Los productos, préstamos acumulados, perdieron valor y un gran número de entidades tuvieron que asumir importantes pérdidas. Esas pérdidas llevaron a la falta de confianza entre los bancos, iniciándose así la  crisis del mercado interbancario y empujando a muchos a la quiebra.
En definitiva, nos encontramos con una crisis originada en Estados Unidos, concretamente en el mercado de crédito asociado al mercado inmobiliario, que se expandió por todo el mundo gracias a los múltiples canales y nexos que comunican las finanzas internacionales. Y también a través de los paraísos fiscales, sobre los cuales puede leerse “La problemática de los paraísos fiscales“. En un sentido más general puede leerse acerca de los cambios recientes de la economía mundial en “¿Qué es la financiarización?“.
Los rescates bancarios
Fue tal el estallido, que los bancos, incapaces de asumir su nueva situación, tuvieron que ser rescatados por los Estados. A través de diferentes mecanismos, entre los que destacan las inyecciones de liquidez y las nacionalizaciones parciales o totales, los Estados ayudaron a salvar la situación bancaria o incluso a asumir ellos las pérdidas. En todo el mundo desarrollado los Estados tuvieron que iniciar procesos de rescate, fundamentalmente debido a que la globalización financiera había contribuido a expandir todos esos productos, ahora llamados tóxicos por su ínfimo valor, por todas las plazas financieras del mundo. La doble vara de medir del poder reflejaba que la negativa al desembolso de dinero para otros menesteres (como acabar con el hambre en el mundo) era sólo una cuestión política y no técnica. Para una crítica a los Bancos Centrales puede leerse “Sobre Bancos Centrales y el poder de la ciudadanía“.
La recesión económica
Los bancos, los cuales tienen una función crucial en la economía capitalista, dejaron de prestar dinero a las familias y empresas para evitar empeorar sus balances financieros. De esa forma el proceso capitalista se detuvo y se desató la crisis económica. Las pequeñas y medianas empresas vieron imposible pedir prestado para invertir. Asimismo, sin capacidad para endeudarse más aún, y arrastrando ya grandes deudas, los hogares comenzaron a frenar su consumo, empeorando los beneficios de las empresas y empujando a éstas a restructuraciones laborales. La recesión económica había llegado.
La falta de créditos se producía no porque los bancos no tuvieran recursos sino porque funcionan con criterios de mercado y no confiaban en el contexto económica. Por eso algunos reivindicamos otros mecanismos, como puede leerse en “¿Por qué necesitamos Banca Pública?“.
Los intentos de los diferentes Estados por evitar peores escenarios fueron costosos y generaron importantes déficits en las principales economías desarrolladas. A la menor recaudación impositiva como resultado de la crisis, el coste de los estímulos –fundamentalmente obra pública- y las ayudas públicas a las entidades financieras en peligro, todo lo cual puede leerse en “El déficit es culpa de la caída en ingresos“, se unió una ola de especulación financiera contra la deuda pública, todo lo cual llevó a la crisis fiscal a un importante número de países.
La crisis de la deuda pública y la crisis fiscal
En efecto, dado que los gobiernos requerían más y más recursos para evitar que la crisis no fuera aún mayor tuvieron que endeudarse en los mercados financieros. Endeudarse significa establecer compromisos de pago futuros, y en un contexto de recesión económica eso fue visto con recelo por las agencias de calificación que procedieron a rebajar la calificación de la deuda pública de algunos países. Una explicación detallada sobre cómo funciona el mercado de deuda pública y las calificaciones de las agencias puede verse en “Qué significa la bajada de calificación de España“.
Pero la deuda pública se hizo mucho más cara de lo que la lógica invitaba a pensar. Algo estaba pasando y ese algo era la especulación financiera con instrumentos financieros complejos. Una explicación del caso Griego puede leerse en “Goldman Sachs y el casino capitalista“, y una explicación sobre por qué atacaron España y Grecia puede leerse en “La especulación financiera… ¿por qué contra España y Grecia?“.  Para saber más sobre los instrumentos financieros complejos, como los CDS, puede leerse el doble artículo de “Los CDS, qué son, quiénes lo usan y para qué sirven” y el de “Los CDS, cómo especular con ellos“.
El encarecimiento de la deuda pública llevó a algunos a preguntarse qué pasaría si quebraba el país. Algunas posibilidades para afrontar este problema desde la izquierda pueden leerse en “La deuda pública, ¿es necesario pagarla?“.
Los planes de ajuste neoliberales: reforma fiscal, laboral y de pensiones
Las medidas tomadas por los gobiernos para superar la crisis han estado basadas en el ideario neoliberal. Se han aplicado reformas bien conocidas en casi todos los países del mundo. Para saber cuándo llegó a España y cómo puede leerse “Llegó la primera fase del “Plan de Ajuste”“, y una crítica a la política del gobierno del PSOE puede leerse en “¿Impuestos para ricos?“.
En este mismo marco de reformas podemos encontrar las reformas laborales y las reformas de pensiones. Sobre el tema laboral escribí algunas notas en “Algunas notas sobre costes laborales” y en “Por qué bajar salarios sería un grave error para España y subirlos un acierto“.
Sobre el tema de las pensiones tema participé en una publicación titulada “¿Están en peligro las pensiones públicas? Las preguntas que todos nos hacemos y las respuestas que nos ocultan“. Además, en el blog también puede leerse una crítica a los planes de pensiones privados y una defensa del sistema público accediendo a “Los planes de pensiones privados, ¿una alternativa necesaria?“.
La crisis en España: neoliberalismo, modelo de crecimiento económico y huelgas
Desde muy temprano fui partidario de una huelga general, y pueden leerse las razones en “La necesidad de una urgente huelga general“. Se trataba de combatir algo que venía muy de lejos, y no sólo las recientes medidas de política económica. Puede leerse esta idea aplicada a España en “¿Qué neoliberalismo? (II)“.
Para caracterizar qué es el neoliberalismo es interesante leer “El neoliberalismo, características y efectos“. Sobre qué opino acerca de si el fin del neoliberalismo es factible o no puede leerse “El supuesto fin del neoliberalismo“.
Para entender algunas nociones acerca de qué es un modelo de crecimiento económico puede leerse “Sobre Mercado Laboral, Modelo Productivo y Economía Liberal en España” y, para una visión panorámica de cómo ha operado el modelo español en los últimos años puede leerse “El problema no son las deudas públicas, sino las privadas. Un visión panorámica de la economía de España“.

* La titulización es un proceso por el cual activos no líquidos, como las hipotecas, se transforman en activos negociables en un mercado.

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